miércoles, 3 de enero de 2018

El Pescador y el Pez



Recoge un Pescador su red tendida,
y saca un pececillo. «Por tu vida,
exclamó el inocente prisionero,
dame la libertad: sólo la quiero,

mira que no te engaño,
porque ahora soy ruin; dentro de un año
sin duda lograrás el gran consuelo
de pescarme más grande que mi abuelo.
¡Qué! ¿te burlas? ¿te ríes de mi llanto?
sólo por otro tanto
a un hermanito mío
un Señor pescador lo tiró al río.»
«¿Por otro tanto al río? ¡qué manía!
Replicó el pescador: ¿pues no sabía
que el refrán castellano
dice: ¡Más vale pájaro en la mano…! [10]
A sartén te condeno; que mi panza
no se llena jamás con la esperanza.»

 [10] Es la misma moraleja que veremos en El Lobo y el Perro Flaco. <<

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