En cierta ocasión un niño que se bañaba en un río
estuvo en un tris de ahogarse. Al ver a un caminante,
lo llamó para que lo socorriese. Éste reprendió al niño
por atrevido. El mozalbete le dijo: «Ahora ayúdame,
luego, cuando esté a salvo, podrás reprenderme».
La fábula se dice contra los que, en su propio
perjuicio, dan ocasión de que se les critique.
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