Un río, al ver que un cuero flotaba en su corriente,
le preguntó: «¿Cómo te llamas?». Al responderle éste:
«Mi nombre es duro», cubriéndole con su corriente,
dijo: «Búscate otro nombre, pues yo te voy a hacer
blando».
Una desgracia en la vida muchas veces hizo bajar a
tierra a un hombre osado y arrogante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario