Una serpiente y una comadreja luchaban en una
casa. Los ratones, a los que perseguían ya la una, ya la
otra, cuando las vieron luchar salieron de paseo. Ellas,
al ver a los ratones, dejaron de luchar entre sí y se
volvieron contra aquéllos.
Así también en las ciudades los que se inmiscuyen
en las revueltas de los dirigentes populares, sin darse
cuenta se convierten en víctimas de unos y otros.
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