En invierno las hormigas secaban el grano mojado.
Una cigarra hambrienta les pidió comida. Las
hormigas le dijeron: «¿Por qué durante el verano no
recogiste comida también tú?». Ésta dijo: «No
holgaba, sino que cantaba melodiosamente». Ellas,
riéndose, dijeron: «Pues si en verano cantabas, baila
ahora».
La fábula muestra que no debe uno descuidarse en
ningún asunto, para no afligirse y correr peligro.
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