Un pastor que tenía un perro muy grande
acostumbraba a darle de comer las ovejas que morían y
sus corderillos recién nacidos. Y un día, cuando
entraba el rebaño, el pastor, al ver que el perro se
acercaba a las ovejas y meneaba la cola ante ellas, dijo:
«¡Que caiga sobre tu cabeza lo que tú quieres para
éstas!».
La fábula es oportuna para un adulador.
donde esta la moraleja
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