miércoles, 3 de enero de 2018

El Gorrión y la Liebre



Un maldito Gorrión así decía
a una Liebre que una Águila oprimía:
«No eres tú tan ligera,
que si el perro te sigue en la carrera,
lo acarician y alaban como al cabo
acerque sus narices a tu rabo?
Pues empieza a correr, ¿qué te detiene?»
De este modo la insulta, cuando viene
el diestro Gavilán y lo [11] arrebata.
El preso chilla, el prendedor lo mata;
y la Liebre exclamó: «Bien merecido.
¿Quién te mandó insultar al afligido [12],
y a más, a más meterte a consejero,
no sabiendo mirar por ti primero?»

 [11] Las primeras ediciones leen la, errata evidente, puesto que se refiere al gorrión. <<
[12] Máxima eminentemente cervantina: «…no se ha añadir aflicción al afligido» (Quijote II, pról.). «Al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones» (Ib. II,42). <<

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