viernes, 5 de enero de 2018

Los gallos y la perdiz.

Un hombre que tenía dos gallos, compró una perdiz
doméstica y la llevo al corral junto con ellos para alimentarla.
Pero estos la atacaban y la perseguían, y la perdiz, pensando
que lo hacían por ser de distinta especie, se sentía humillada.

Pero días más tarde vio cómo los gallos se peleaban entre ellos, y que cada vez que se separaban, estaban cubiertos de sangre. Entonces se dijo a sí misma:

-- Ya no me quejo de que los gallos me maltraten, pues he visto que ni aun entre ellos mismos están en paz.


Si llegas a una comunidad donde los vecinos no viven en paz, ten por seguro que tampoco te dejaran vivir en paz a ti.

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