jueves, 4 de enero de 2018

El Carretero y Hércules

En un atolladero
el carro se atascó de Juan Regaña [8];
él a nada se mueve ni se amaña,
pero jura muy bien: gran Carretero.
A Hércules invocó; y el dios le dice:
«Aligera la carga; ceja un tanto;
quita ahora ese canto;
¿Está?» «Sí, le responde, ya lo hice.»
«Pues enarbola el látigo, y con eso
puedes ya caminar.» De esta manera,
arreando [9] a la Mohína y la Roncera,
salió Juan con su carro del suceso.
Si haces lo que estuviere de tu parte,

pide al cielo favor; ha de ayudarte.

[8] Como ya vimos en el caso de los ratones, los nombres que Samaniego da a sus personajes son a menudo indicativos de su carácter y psicología. <<
[9] Sinéresis. <<

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