jueves, 4 de enero de 2018

El águila y la flecha.


Estaba asentada un águila en el pico de un peñasco esperando por la llegada de las liebres.

Mas la vio un cazador, y lanzándole una flecha le atravesó su cuerpo.
Viendo el águila entonces que la flecha estaba construida con plumas de su propia especie exclamó:

-¡Qué tristeza, terminar mis días por causa
de las plumas de mi especie!



Más profundo es nuestro dolor cuando nos vencen con nuestras propias armas.

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