Al oír un león croar a una rana, se volvió hacia el
lugar de donde provenía el ruido, pensando que había
un animal grande. Pero, al cabo de un rato, al verla
salir del estanque, se acercó y la pisoteó tras decirle:
«¿Siendo tan pequeña gritas tanto?».
La fábula es oportuna para un charlatán que no sabe
nada más que hablar.
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