viernes, 5 de enero de 2018

El Asno y su Amo

(Quien escribe para el público, y no escribe bien, no debe fundar su disculpa en el mal gusto del vulgo.)

            «Siempre acostumbra hacer el vulgo necio
            de lo bueno y lo malo igual aprecio:
            yo le doy lo peor, que es lo que alaba.»
            De este modo sus yerros disculpaba
            un escritor de farsas indecentes;
            y un taimado poeta que lo oía,
            le respondió en los términos siguientes:
            «Al humilde Jumento
            su dueño daba paja, y le decía:
            toma, pues que con eso estás contento.
            Díjolo tantas veces, que ya un día
            se enfadó el Asno, y replicó: Yo tomo
            lo que me quieres dar; pero, hombre injusto,
            ¿piensas que sólo de la paja gusto?
            dame grano, y verás si me lo como.»
            Sepa quien para el público trabaja,
            que tal vez a la plebe culpa en vano;
            pues si en dándole paja, come paja,
            siempre que la dan grano, come grano.


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