El carnero, pensando al oírlas, que quienes así hablaban no podían ser sino un compendio de la hermosura ovejuna, se dio vuelta, dispuesto a admirar, y se encontró con dos caches horrorosos que casi lo asustaron.
sábado, 6 de enero de 2018
Maledicencias
Mientras
desfilaba la majada, al salir del corral, un carnero que caminaba solo,
escuchaba la conversación de dos ovejas que iban detrás de él. Hablaban de sus
compañeras y criticaban sin piedad a todas las que pasaban cerca de ellas.
«¡Qué facha! ¡Qué modo de caminar! ¡Qué lana fea! ¡Qué gorda! ¡Qué flaca!» y
mil otras cosas peores, algunas.
El carnero, pensando al oírlas, que quienes así hablaban no podían ser sino un compendio de la hermosura ovejuna, se dio vuelta, dispuesto a admirar, y se encontró con dos caches horrorosos que casi lo asustaron.
El carnero, pensando al oírlas, que quienes así hablaban no podían ser sino un compendio de la hermosura ovejuna, se dio vuelta, dispuesto a admirar, y se encontró con dos caches horrorosos que casi lo asustaron.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario