De un modo muy afable y amistoso
el Mastín de un pastor con un
Raposo
se solía juntar algunos ratos,
como tal vez [14] los
perros y los gatos
con amistad se tratan. Cierto día
el Zorro a su compadre le decía:
«Estoy muy irritado;
los hombres por el mundo han
divulgado
que mi raza inocente (¡qué
injusticia!)
les anda circumcirca [15]
en la malicia.
¡Ah, maldita canalla!
Si yo pudiera...» En esto el
Zorro calla,
y erizado se agacha. «Soy
perdido,
dice, los cazadores he oído [16].
¿Qué me sucede?» «Nada.
No temas, le responde el
camarada;
Son las gentes que pasan al
mercado.
mira, mira, cuitado,
marchar haldas en cinta [17]
a mis vecinas,
coronadas con cestas de
gallinas.»
«No estoy, dijo el Raposo, para
fiestas:
Vete con tus gallinas y tus
cestas,
y satiriza a otro. Porque sabes
que robaron anoche algunas aves,
¿He de ser yo el ladrón?» «En mi
conciencia,
que hablé, dijo el Mastín, con
inocencia.
¿Yo pensar que has robado
gallinero,
cuando siempre te vi como un
cordero?»
«¡Cordero! exclama el Zorro; no
hay aguante.
que cordero me vuelva en el
instante,
Si he hurtado el que falta en tu
majada.»
«¡Hola! concluye el Perro,
Camarada,
el ladrón es usted, según se
explica»
El estuche molar al punto aplica
al mísero Raposo,
para que así escarmiente el
cosquilloso,
que de las fabuliilas se
resiente.
Si no estás inocente,
dime, ¿por qué no bajas las
orejas?
Y si acaso lo estás, ¿de qué te
quejas?
[15]
Adverbio latino, que significa «más o menos», «alrededor de». <<
[16]
De nuevo una ausencia de sinalefa: esta vez entre he y oído.
<<
[17]
Haldas en cinta: «Frase que, además del sentido recto, metafóricamente
de a entender que alguno está dispuesto para ejecutar una cosa con ligereza»
(Dic. Aut.) <<
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