Con las plumas de un pavo
un Grajo se vistió; pomposo y
bravo
en medio de los pavos se pasea;
la manada lo advierte, lo rodea:
Todos le pican, burlan y lo
envían,
¿Dónde, si ni los grajos le
querían?
¿Cuánto ha que repetimos este cuento,
sin que haya en los plagiarios escarmiento [12]?
[12] Moraleja típicamente «literaria», es otro de los ejemplos con que Samaniego rebatía a Iriarte su pretendida originalidad ni aún en los temas de sus fábulas. La ilustración también retrata al plagiario o ladrón (voleur) intelectual. <<
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