viernes, 5 de enero de 2018

El perro y la corneja.

Una corneja que ofrecía en sacrificio una víctima a Atenea invitó a un perro al banquete.

Le dijo el perro:
-- ¿Por qué dilapidas tus bienes en inútiles sacrificios? Pues deberías de saber que la diosa te desprecia hasta el punto de quitar todo crédito a tus presagios.

Entonces replicó la corneja:
-- Es por eso que le hago estos sacrificios, porque sé muy bien
su indisposición conmigo y deseo su reconciliación.


Si deseas que los más alejados te escuchen, debes llamarlos con mayor intensidad.

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