Un lobo mordido y maltratado por unos perros
yacía herido, sin poderse procurar comida; al ver a una
oveja le pidió que le llevara agua del río que fluía allí
cerca: «Si me das de beber, yo encontraré comida por
mí mismo». La oveja, respondiendo, dijo: «Si yo te
doy de beber, tú me utilizarás como comida».
La fábula es oportuna para un malhechor que
acecha con hipocresía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario